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viernes, 14 de octubre de 2016

Proxima centauri puede ser más parecida al Sol de lo que pensábamos / Proxima centauri could be more similar to the Sun than we thought

Tras el descubrimiento en el mes de agosto de un exoplaneta potencialmente habitable orbitando alrededor de la segunda estrella más cercana a nosotros, Proxima centauri (ver http://andres96cmc.blogspot.com.es/2016/09/especial-las-claves-de-proxima-b.html), a algo más de cuatro años luz, los astrónomos han comenzado a estudiar bastante más a fondo esta estrella. Los resultados no nos han hecho esperar mucho: Proxima centauri podría ser mucho más parecida al Sol de lo que pensábamos.

A pesar de que Proxima centauri es mucho más pequeña, más fría, menos masiva y mucho menos brillante que el Sol, esta también posee manchas en su superficie. El ciclo de evolución de estas manchas es también parecido al del Sol, unos siete años, en el caso de Proxima centauri. En el caso del Sol, el período es de once años, moviéndose desde mínimos en los que no hay ni una sola mancha hasta máximos en los que más de un centenar de manchas cubren la superficie solar, representando menos del 1% de la misma. 

Sin embargo, en esta estrella el tamaño relativo de las manchas es bastante mayor, no hay tantas manchas como en el Sol, pero estas son bastante más grandes en comparación con el tamaño de la estrella, llegando a cubrir hasta una quinta parte de la superficie de Proxima centauri. En las manchas estelares, la temperatura de la superficie decae, mientras que el flujo de plasma (gases ionizados a altas temperaturas) se restringe debido a fuertes variaciones en los campos magnéticos, dando lugar a zonas oscuras, las manchas estelares.

Los astrónomos creen que las variaciones cíclicas en el campo magnético de la superficie solar se debe a la presencia de una corriente de convección de plasma en el último tercio del interior solar, con lo que el plasma caliente pierde densidad y se alza hacia la superficie, mientras que el plasma frío gana densidad y se desplaza hacia el interior de la estrella (lo mismo le ocurre al agua cuando llueve). El esfuerzo cortante (shear) generado por esta corriente podría generar variaciones en la carga y la velocidad de las partículas solares, con lo que el campo magnético queda alterado, y se generan manchas más o menos oscuras, dependiendo de la intensidad con la que se dé el fenómeno. Como estas corrientes de convección son cíclicas, el fenómeno en global también es cíclico. Si esto es lo que ocurre en el Sol y Proxima centauri también presenta manchas en su superficie, es fácil deducir que Proxima centauri también presenta corrientes de convección en su interior, desconociéndose, eso sí, hasta qué profundidad de la estrella se prolongan. Los científicos apuntan a que estas se podrían generar hasta lo más profundo del núcleo, dado el pequeño tamaño de la estrella y la fuerte actividad de manchas presentada por Proxima centauri.

La fuerte actividad de Proxima centauri podría acabar con la ilusión de que el planeta potencialmente habitable que lo orbita, Proxima b, sea verdaderamente un lugar adecuado para encontrar vida, dado que si tan intensa es la actividad de Proxima centauri, los vientos solares emitidos por ella serían capaces de barrer cualquier tipo de vida de la faz de Proxima b si este planeta no dispone de una escudo magnético suficientemente potente, como el de la Tierra, con lo que también sería un factor clave la determinación de si Proxima b tiene o no su propio campo magnético, para ver si así es capaz de generar su propia magnetosfera. Esto puede echar bastante para atrás los planes de Stephen Hawking y otros pioneros de mandar naves impulsadas por velas fotónicas a Proxima b (ver http://andres96cmc.blogspot.com.es/2016/09/velas-solares-el-futuro-de-los-viajes.html).



After the discovery in August of a potentially livable exoplanet orbiting the second closest star to us, Proxima centauri (see http://andres96cmc.blogspot.com.es/2016/09/especial-las-claves-de-proxima-b.html), a little bit more than four light years away from us, astronomers have started to study in much more detail this star. We have not needed to wait very much time for the first results: Proxima centauri is a more similar star to the Sun than we thought.

Although it is a colder, smaller, darker and less massive star, Proxima centauri does also have spots in its surface. The cycle of evolution of these spots lasts seven years in Proxima centauri. In the case of the Sun, the cycle lasts eleven years, moving from minima in which there are almost no spots to maxima in which we can find more than a hundred spots, making less than a 1% of the total surface of the Sun.

Nevertheless, the relative size of the spots in this star is much bigger, it does not have so many spots as the Sun, but their size is much greater, taking into account the size of Proxima centauri, covering up to a fifth of its surface. In the star spots, the temperature of the surface decays due to a restriction of the plasma (ionized gas at very high temperature in the stars) flow, caused by a change in the magnetic field of the stars, giving rise to black spots in the surface of the stars, the star spots.

Astronomers think that the behaviour of the star spots is cyclic due to the presence of convective flows inside the stars. In the case of the Sun, there are convective flows in the last third of its structure. These flows are generated by a decrease in the density of hot plasma, which goes up to the surface and an increase in density of cold plasma, which goes down to the inner part of the Sun (the same process happens with the water that comes from the rain). The difference in velocities of hot and cold plasma generates a shear stress in the surface of the Sun which can change the velocity and the charge of the plasma particles, changing the magnetic field and therefore creating the star spots. As the convective flow is cyclic, the overall process is also cyclic. If this happens in the Sun and Proxima centauri also contains spots in its surface, we can easily deduce that Proxima centauri also contains convective flows of plasma, but what we do not know is the how deep they arrive. Scientists state that the convective flows could be generated in the nucleus of Proxima centauri, as it is so small and it has such an intense activity.

The intense activity of Proxima centauri can end up with our dream of Proxima b, the potentially livable exoplanet orbiting Proxima centauri, being as an Earth 2, as the solar winds and eruptions emited by the star would end up with any way of life existing in Proxima b, unless it does not have a good magnetic shield. For this reason, it is key to determine whether Proxima b has or not a powerful magnetic field that creates a magnetosphere that protects the planet from the solar storms produced in Proxima centauri. This discovery can delay the plans of Stephen Hawking and another people about sending to Proxima b spaceships propelled by photonic sails (see http://andres96cmc.blogspot.com.es/2016/09/velas-solares-el-futuro-de-los-viajes.html).


Para más información / For more information: http://www.abc.es/ciencia/abci-proxima-puede-tener-mas-parecido-nuestro-201610131113_noticia.html




Aquí podemos observar el comportamiento cíclico de las manchas solares a lo largo de los siglos, teniendo en cuenta el mínimo de Maunder en el siglo XVII, pudiendo contar hasta nueve ciclos por siglo, de ahí que la duración de cada ciclo sea de 11 años. / Here we can observe the cyclic behaviour of the solar spots within centuries, taking into account Maunder's minimum in the XVII century, counting up to 9 cycles per century, from there we can deduce that the duration of each cycle is of 11 years.





Representación artística de Proxima centauri / Artistic representation of Proxima centauri

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