Los materiales con los que este proceso ocurre ya existen, no son como otros futuros materiales como el grafeno o los nanotubos de carbono, por lo que estas nuevas y sorprendentes baterías se podrían lanzar al mercado en dos o tres años.
Los expertos en este estudio dicen que vieron que los iones litio se movían muy rápido y lo que dificultaba la recarga de la batería era la ausencia de huecos o "túneles" entre las moléculas de la batería, por lo que idearon un sistema con el que eran capaces de crear todos los túneles que se quisieran y así la velocidad de recarga se disparaba a límites desconocidos hasta ahora.
También se han ideado baterías capaces de cargar en segundos gracias a que contienen condensadores que se cargan instantáneamente y que se descargan muy lentamente.
Las baterías de litio se empezaron a comercializar en los 90 y han supuesto un antes y un después en los objetos electrónicos, debido a su ligereza, a su rendimiento, a su pequeño tamaño, a su capacidad energética y a su resistencia al efecto memoria. Ahora que ya además se pueden recargar en 20 segundos, su consumo se disparará, siendo un importante factor para ayudar a que la venta de coches eléctricos suba.
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