Nace en Pisa el 15 de febrero de 1564. Con 17 años ingresa en la facultad de medicina de la Universidad de Pisa, pero termina estudiando matemáticas y filosofía.
En 1588, con 24 años, ya era un matemático conocido en toda Italia (estudia el peso de los objetos lanzándolos desde la torre de Pisa) y da clases en la Academia Florentina, con lo que solicita una cátedra en la Universidad de Bolonia, pero no lo consigue, así que termina siendo profesor en la Universidad de Pisa. 3 años más tarde, es despedido por sus críticas a las teorías de Aristóteles. Inmediatamente consigue otro puesto en la Universidad de Padua, donde inventa el termómetro que funciona con líquuidos que se dilatan.
En 1609 reinventa el telescopio, inventado en Holanda un año antes y lo presenta al Senado Veneciano, recibiendo una fuerte recompensa económica y la cátedra vitalicia. Con el telescopio descubre que la superficie lunar es irregular y no incorrupta como decía Aristóteles y cuatro satélites de Júpiter, conocidos como satélites galileanos: Io, Europa, Calixto y Ganímedes. También estudia las manchas solares.
En 1632 afirma que los planetas giran alrededor del Sol en la teoría heliocéntrica, por lo que se enemista con la Iglesia y es juzgado en Roma, donde se le condena a arresto domiciliario de por vida. Cabe destacar sus palabras en el juicio: "y sin embargo se mueven".
Reúne los trabajos de su vida y da clases a un alumno hasta que muere en 1642 a los 78 años de edad. Su trabajo no se volvió a publicar hasta 1718.
Galileo también se equivocaba al creer que las mareas no eran causadas por la Luna y el Sol. Sus sucesores más importantes fueron Isaac Newton, que nació el año de su muerte, Benedetto Castelli y su discípulo Torricelli, que calculó la presión atmosférica.
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