Al contrario de lo que se creía hasta ahora, esto tiene una ventaja adaptativa. Se realizó un experimento en el cual varias personas cogieron unas canicas dentro del agua, unas personas con las manos sin arrugar y otras con las manos arrugadas durante 30 minutos en agua caliente, de forma que las personas con las manos arrugadas las cogían más rápido.
Se cree que las arrugas en los dedos pudieron ayudar a nuestros antepasados a coger frutos mojados o dentro del agua y a caminar por arroyos.
Cuando tenemos las manos secas no se nos arrugan debido a que podemos sufrir lesiones en ellas.
Para más información: http://www.abc.es/ciencia/20130109/abci-arrugan-dedos-agua-respuesta-201301091215.html
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