El submarino consta de una cabina abierta que se desplaza a gran velocidad por debajo del mar. Se construyó con fibra de carbono y no tiene lastres, porque va a propulsión a razón de 227 kgf. Si el motor se para o se rompe, el submarino vuelve por sí solo a la superficie. Tiene una tecnología muy innovadora que controla la profundidad y velocidad óptimas del submarino. Su fuente de alimentación es de 48 V y es de fosfato de litio y además tiene seis botellas de 2,3 metros cúbicos cada una que se conectan a los tubos de respiración. Tiene sitio como máximo para 3 pasajeros, pesa 750 kilos, alcanza los 10 km/h y tiene una autonomía de 5 horas.
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