Investigadores de la Universidad de Tokio, Japón, afirman que una fuerte tormenta en el Atlántico norte fue capaz de generar pequeños temblores en las profundidades marinas. Durante el pequeño maremoto, también conocido como microseísmo, se llegaron a propagar tanto ondas sísmicas primarias de tipo longitudinal (ondas P), como ondas secundarias de tipo transversal (ondas S).
Los autores señalan que la tormenta fue una ciclogénesis explosiva, una tormenta caracterizada por formarse bastante rápido, con lluvias intensas y fuertes vientos. Los vientos, a una velocidad claramente superior a los 100 km/h, fueron capaces de generar fuertes ondas y ondulaciones en el agua en forma de olas de varios metros de altura, de modo que las vibraciones se transmitieron por todo el medio marino y el fondo oceánico, con lo que al llegar a un medio sólido, las vibraciones dieron lugar a las ondas sísmicas previamente mencionadas. Estas ondas fueron registradas por los sismógrafos en los centros de medición.
Hasta ahora, solo se habían registrado ondas P durante microseísmos generados por fuertes tormentas. Una vez que se han colocado sensores de alta precisión en el fondo del mar en toda la costa de Japón, los expertos también han sido capaces de registrar las ondas S. No solo se ha registrado ambos tipos de ondas sino que también se detectó la distancia a la que se encontraba la fuente de las ondas, localizándose la misma en el Atlántico norte, fruto de la ciclogénesis explosiva.
De acuerdo con los expertos, todos los días hay miles de microseísmos, sin que seamos capaces de notarlos, de forma que solo los centros más especializados los registran. Obviamente, conforme mayor sea una tormenta, mayores serán los seísmos generados por ella, lo que demuestra que no todos los seísmos son generados por la actividad interna terrestre. Los seísmos aportan información interesante sobre el interior terrestre, ya que según cómo varíe la velocidad de las ondas P y S, se puede llegar a determinar la composición del interior terrestre. El objetivo final del trabajo se centra en encontrar signos en el interior terrestre que nos ayuden a predecir los terremotos y las erupciones volcánicas.
Researchers from Tokyo University, Japan, state that an intense storm in the Northern Atlantic Ocean was able to generate small shakes in the sea bottom. During the small seaquake, also known as microseism, longitudinal or primary seismic waves (P waves) and transversal or secondary waves (S waves) were registered.
The authors state that the storm was an explosive cyclogenesis, a storm characterized for its fast formation, with intense rains and very fast winds. The winds, with a speed clearly higher than 100 km/h, were able to create strong waves in the water in the form of several metres waves, in such a way were transmitted in all directions through the sea and the oceanic bottom, so when they arrived to a solid medium, the vibrations originated seismic waves P and S, which were registered by the seismographs.
Until now, P waves have only been registered during microseisms, but now, as high precision sensors have been placed in the sea bottom in all the coast of Japan, the S waves have also been registered. Furthermore, the source of the waves was localized, in the Northern Atlantic Ocean, as a result of the explosive cyclogenesis.
According to experts, every day there are thousands of microseisms which we are unable to notice and are only registered in specialized centers. Obviously, the stronger a storm is, the bigger the seisms generated by it will be, what proves that not every seism is caused by the inner activity of the Earth. Seisms contain important information about the composition of the Earth, because we can obtain the composition of the Earth if we appreciate the change in speed of P and S waves. The final aim of the project is to find evidence which we can use in the future to predict earthquakes and volcanic eruptions.
Para más información / For more information: http://www.abc.es/ciencia/abci-detectan-ondas-sismicas-provocadas-tormenta-perfecta-atlantico-201608261419_noticia.html
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